“El único sistema que beneficia al arte es la
revolución permanente” (Jean Dubuffet).
En la situación actual NO.
A partir de las vanguardias,
el arte se caracteriza por encontrarse en un estado contínuo de revolución.
Vista la cuestión desde la óptica del cambio, poner límites a la manifestación
artística es tanto como invitar a transgredirlos; no parece lógico debatir
sobre algo para llegar a un acuerdo que sabemos va a tener que ser revisado
continuamente.
Por tanto no resulta de gran
ayuda una acotación (esto sí o esto no) para su comprensión. Esta cuestión (la
compresión del arte), es realmente la “cuestión” del problema. El arte es
intencional, busca reflexiones a través de imágenes, es global y particular,
puede ser “bello” o “feo”, sus límites son los de cualquier acción humana:
”Mi libertad se termina donde
empieza la de los demas” (Jean Paul Sartre).
Desde luego que se pueden
poner límites a la creación artística (pueden ser deseables), pero estos
límites son de índole ética, no estética, (y hasta en esto podríamos no estar
de acuerdo).
Zhu Yu. "Eating people", Shangai 2000
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